Entre Aracataca, Macondo y Mariposas Amarillas.

5 de Junio de 1967...

Afortunadamente hablo español... a veces no de la forma correcta, pero al menos puedo darme el lujo de leer Cien años de soledad en su idioma original, no sé que tan buenas sean las traducciones y de verdad que me gustaría saberlo. Poder leer los relatos de Macondo y la familia Buendía es todo un placer, no sólo por la genialidad de la historia, sino por la forma en que ha sido escrita, ¿cómo no gozar de mi lengua, si puedo leer a Cien años de soledad? Es cierto que es una de las obras escritas en castellano más traducidas, y ójala que estas traducciones logren captar la genialidad con la que fue escrita originalmente.

Hay tantos mitos y conjeturas alrededor de esta obra, el mismo Gabriel García Márquez podría desmentir o aceptar algunos de ellos, pero de ninguna manera se podrían evitar que se le den miles de interpretaciones. Yo no sé si en realidad el nombre influye en el destino, no sé si Aracataca es Macondo (aunque para mi no sólo en Colombia, sino una representación de América Latina, y repito para mi), no sé si la novela es Realismo Mágico (Monsivais diría que no) y aunque hay muchas otras cosas que si sé de la novela, tengo la fuerte necesidad de leerla de nuevo, sólo por no dejar.

Cien años de soledad es una de las obras latinoaméricanas que ha hecho notar la belleza del español, que ha logrado trascender fronteras de forma impresionante y aunque los latinoamercanos nos identifiquemos (al menos yo sí) ampliamente con las historias, es una novela para todo el mundo: es el génesis, la destrucción, la tradición, la soledad, la miseria, la religiosidad, la enfermedad, la desesperanza, el destino, la fantasía, la belleza, el olvido, la historia, la pasión, la trsiteza, es la ficción y la realidad.




Si quizás he escrito esto porque es el tema de moda, porque a 40 años de haberse publicado está en todos lados, pero no podía dejar de escribir acerca de uno de mis libros favoritos.
Y ya entrados, de paso una canción que vale la pena, y aunque se enojen conmigo, no me gusta Oscar Chávez, sé que es bastante admirado y ha contribuido a popularizar la canción, pero yo me quedo con Landaez, leyó el libro, escribió una canción y ahora todos podemos bailar con mariposas amarillas.


Los cien años de macondo sueñan,
sueñan en el aire,
y los años de Gabriel Trompetas,
trompetas lo anuncian,
encadenado aa macondo sueña,
don José Arcario,
y aunque él la vida pasa haciendo,
remolino de reacuerdos.
Las tristezasa de Aureliano, el cuatro,
la belleza de Remdios, violines,
las pasiones de Amaranta, guitarras,
el embrujo de Melquiades, obóes,
Ursula cien años, soledad macondo,
Ursula cien años, soledad macondo
eres, epopeya de un pueblo olvidado,
forjado en cien años de amores a historia,
eres epopeya de un pueblo olvidado,
forjado en cien años de amores a historia,
Y me imagino y vuelvo a vivir,
en mi memoria quemada al sol,
mariposas amarillas,
Mauricio Babiloniaaaa,
mariposas amarillas, que vuelan liberadas,
mariposas amarillas,
Mauricio Babiloniaaaa,
mariposas amarillas, que vuelan liberadas,

Y si no les gusta la canción, ni canten ni bailen, pero no dejen de leer Cien años de soledad.


J0YCE

  • I'm J0YCE
  • From DF, Mexico
  • Il est impossible laisser d’apprecier comment les feuilles mortes tombent des arbres quand l’automne arrive. En traversant un bois ou un parc, on peut voir les merveilleux couleurs, toute la terre colorée en marron et vert, grâce aux feuilles qui restent sur le sol. C’est vraiment agréable écouter le son des feuilles quand on passe sur elles, sentir le craquement juste au-dessous des pieds, et s’amuser d’un atmosphère plein d’odeurs sèches. Il faut sortir un après-midi d’automne et se promener dans une fôret pour connaître le charme de marcher sur les feuilles fannées.
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